quinta-feira, 14 de março de 2019

Marielle Franco, asesinada por el miedo conservador....


Ah...me dueles Marielle, sonrisa bella del coraçao! No te han matado, te han convertido en leyenda, en semente, en afroternura que se expande mas e mas, nadie pode pararte ya!
Tu legado, nos deja mas responsables y comprometidos con este continente maltratado , en resistencia a el rígido e infeliz conservadurismo, que muere de miedo a lo diferente, a lo que no sea blanco y cristiano.....
Marielle Franco  presente, ágora y siempre!
venceremos!
lucidor

quinta-feira, 28 de fevereiro de 2019

José de San Martín

José Francisco de San Martín y Matorras; Yapeyú, hoy San Martín, Corrientes, Argentina, 1778 - Boulogne-sur-Mer, Francia, 1850) Héroe de la independencia americana, libertador de Chile y Perú.
La singularidad del perfil heroico de José de San Martín viene dada, más que por sus hazañas exteriores, por la grandeza interior de su carácter. Pocos hombres públicos pueden exhibir una trayectoria tan limpia en la historia de América: habiendo alcanzado la máxima gloria militar en las batallas más decisivas, renunció luego con obstinada coherencia a asumir el poder político, conformándose con ganar para los pueblos hispanoamericanos la anhelada libertad por la que luchaban.

José de San Martín
Sus campañas militares cambiaron el signo de la historia americana durante el proceso de descolonización acaecido a principios del siglo XIX. A su lucidez estratégica se deben los planteamientos militares que llevarían a la independencia de Chile y de Perú, centro neurálgico del poderío español cuya caída conduciría a la de todo el continente. Si luego dejó en manos menos nobles las extenuantes guerras civiles y partidistas que acabaron por malbaratar los más bellos sueños de los patriotas, fue por esa misma pureza y rectitud de principios. Achacoso, postergado y ciego, San Martín moriría decentemente en su cama, en un remoto rincón de Francia, cargado de honores y exonerado de toda responsabilidad sobre el destino tortuoso de aquellas amadas tierras cuya independencia había ganado con el valor de su sable.
Biografía
Hijo de Juan de San Martín, teniente gobernador de Corrientes, y de Gregoria Matorras, el pequeño José Francisco se crió en el seno de una familia española que no tardó en preferir volver a su país a quedarse en aquellos turbulentos estados coloniales. En 1784 pasó con su familia a España; en 1787 ingresó en el Seminario de Nobles de Madrid, donde aprendió retórica, matemáticas, geografía, ciencias naturales, francés, latín, dibujo y música.
Dos años después pidió y obtuvo el ingreso como cadete en el Regimiento de Murcia. Fue éste el origen de una brillante y vertiginosa carrera militar que tendría su bautismo de fuego en el sitio de Orán (1791), en la campaña de Melilla; trece años tenía entonces el futuro libertador.

José de San Martín (detalle de un retrato de François Joseph Navez, c. 1824)
Más tarde intervino en las guerras del Rosellón (1793) y de las Naranjas (1801), mereciendo sucesivos ascensos por su actuación; en 1803 era ya capitán de infantería en el regimiento de voluntarios de Campo Mayor. Cuando la invasión napoleónica de la península dio lugar a la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), su arrojo contra los invasores franceses en la batalla de Bailén (1808) le valdría ser nombrado teniente coronel de caballería.
La emancipación de América
Tras esta fulgurante carrera en el ejército español, y poco después de estallar la revolución emancipadora en América, San Martín, que había mantenido contactos con las logias masónicas que simpatizaban con el movimiento independentista, reorientó su vida hacia la causa emancipadora. El sentimiento de su identidad americana y su ideario liberal, desarrollado en el clima espiritual surgido tras la Revolución Francesa y en la lectura de los enciclopedistas e ilustrados franceses y españoles, lo determinaron a contribuir a la libertad de su patria.
Inició así una nueva etapa de su vida que lo convertiría, junto con Simón Bolívar, en una de las personalidades más destacadas de la guerra de emancipación americana. Solicitó la baja en el ejército español y marchó primero a Londres (1811), donde permaneció casi cuatro meses. Allí asistió a las sesiones de la Gran Reunión Americana, fundada por Francisco de Miranda, que fue la organización madre de varias otras esparcidas por América con idénticos fines: la independencia y organización de los pueblos americanos.
Desde Inglaterra se embarcó hacia Buenos Aires (1812), donde esperaba que su experiencia militar en numerosas batallas le permitiese rendir excelentes servicios al ideal que animaba a su país. A causa de sus veintidós años de servicio en el ejército realista, no fue recibido con entusiasmo por los dirigentes; pero, ante la debilidad militar del movimiento patriota, la Junta gubernativa le confirmó en su rango de teniente coronel de caballería y le encomendó la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo, al frente del cual obtendría la victoria en el combate de San Lorenzo (3 de febrero de 1813).
El mismo año de su llegada había conocido en una tertulia política a la que sería su esposa y compañera, doña María Remedios de Escalada, con quien contrajo matrimonio enseguida, el 19 de septiembre, en la catedral porteña. En 1813 renunció a la jefatura del Ejército de Buenos Aires, y en 1814 aceptó sustituir a Manuel Belgrano al frente del Ejército del Alto Perú, maltrecho por sus derrotas. El duro revés que Belgrano había sufrido en Vilcapugio y Ayohuma a manos de los realistas cerraba prácticamente las posibilidades de avanzar sobre Perú, al tiempo que hacía vulnerable esa frontera, cuya custodia encargó a Martín Miguel de Güemes, caudillo de Salta.
La gesta de los Andes
Incómodo ante las suspicacias bonaerenses, y de acuerdo con sus compañeros de la logia Lautaro, José de San Martín pensaba que todos los esfuerzos debían orientarse hacia la liberación de Perú, principal bastión realista en América. Bloqueada la ruta del Alto Perú (la actual Bolivia), empezó a madurar su plan de conquista de Perú desde Chile; con este objetivo obtuvo la gobernación de Cuyo, lo que le permitió establecerse en Mendoza (1814) y preparar desde allí su ofensiva.
Mientras tanto, en Chile, Bernardo O'Higgins y José Miguel Carrera habían unido sus fuerzas para sostener la estratégica ciudad de Rancagua; con su derrota a manos de los realistas finalizaba la intentona independentista chilena del periodo denominado la Patria Vieja (1810-1814). La caída de la Patria Vieja y la llegada a Mendoza de los refugiados chilenos complicó los planes de San Martín, que esperaba atacar Perú desde un Chile independiente y aliado; era prioritario, pues, liberar Chile.

San Martín y O'Higgins en la travesía de los Andes
San Martín decidió apoyarse en O'Higgins, con quien preparó el plan de invasión que sería aprobado por los gobiernos de Gervasio Antonio de Posadas y de Juan Martín de Pueyrredón. En Mendoza, durante tres años (1814-1817) y con pobres recursos, San Martín organizó pacientemente el ejército con la ayuda de la población de los Andes; a la empresa se sumó también con celo su esposa, doña Remedios, que entregó sus joyas para aliviar en algo las penurias de los patriotas. En 1816 esta abnegada mujer dio al general su única hija, Merceditas, que sería el bálsamo de San Martín en su solitaria vejez.
Finalmente, en 1817 inició la gran campaña que habría de dar un giro nuevo a la guerra, en el momento más difícil para la causa americana, cuando la insurrección estaba vencida en todas partes con excepción de la Argentina. Su objetivo era invadir Chile cruzando la cordillera de los Andes, y su realización, en sólo veinticuatro días, constituiría la mayor hazaña militar americana de todos los tiempos. Superadas las cumbres andinas, el 12 de febrero de 1817 derrotó al ejército realista al mando del general Marcó del Pont en la cuesta de Chacabuco, y el 14 entró en Santiago de Chile. La Asamblea constituida proclamó la independencia del país y le nombró director supremo, cargo que declinó en favor de O'Higgins.
La liberación de Perú
Pero esta gran hazaña de San Martín perseguía, como ya se ha indicado, una meta mucho más ambiciosa, y respondía a la estrategia continental del libertador. Desde esa perspectiva más amplia, la conquista de Chile era sólo un paso necesario: San Martín comprendió que para sacudir el yugo español del continente era preciso conseguir el dominio naval del Pacífico y la ocupación del virreinato del Perú, verdadero centro del poder realista. El mismo virrey peruano Pezuela consideró con lucidez la situación creada tras el cruce de los Andes y la batalla de Chacabuco, señalando que esta campaña "trastornó enteramente el estado de las cosas, dio a los disidentes puestos cómodos para dominar el Pacífico y cambió el teatro de la guerra para dominar el poder español en sus fundamentos."
A partir de este momento, los esfuerzos de San Martín se centraron en la organización de la gran escuadra que había de transportar a las tropas libertadoras a Perú. Viajó a Buenos Aires a fin de solicitar lo necesario para la campaña; sin embargo, lo que recibió fue la oferta de intervenir directamente en las disputas internas del país, cosa que rechazó.

El abrazo de Maipú (detalle de un cuadro de Pedro Subercaseaux)
A su regreso a Chile, las fuerzas patriotas fueron derrotadas en Cancha Rayada por el ejército realista de Mariano Osorio. San Martín reorganizó las desmoralizadas tropas criollas y venció a Osorio en los llanos de Maipú (5 de abril de 1818); al término de esta batalla, con la que quedaba asegurada la libertad chilena, tuvo lugar el célebre abrazo entre San Martín y O'Higgins. Aún después de destruidos los últimos focos de resistencia española, San Martín tuvo que vencer tremendos obstáculos: la falta de dinero, las diferencias políticas y la rivalidad y envidia de sus enemigos; pero los muchos meses dedicados a la organización de la campaña de Perú acabarían dando su fruto.
Finalizados los preparativos, la escuadra zarpó de Valparaíso (Chile) el 20 de agosto de 1820, transportando un ejército de 4.500 hombres, y desembarcó en la playa de Paracas (cerca de Pisco, Perú) el 8 de septiembre. San Martín intentó una negociación con el virrey Pezuela, y luego con su sucesor, José de la Serna, con el que se entrevistó el 2 de junio de 1821: el libertador expuso allí su oferta de un arreglo pacífico, que incluía la independencia de Perú y la implantación de un régimen monárquico con un rey español, ofreciendo a La Serna la regencia interina. Fracasadas las negociaciones, San Martín ocupó Lima y proclamó solemnemente la independencia (28 de julio), pese a que el ejército realista aún controlaba gran parte del territorio virreinal.

San Martín desembarca en Paracas (1820)
Nombrado Protector de Perú, mientras enviados suyos gestionaban en las Cortes europeas el establecimiento de una monarquía, la incertidumbre de su situación militar contrastaba con la consolidación de Simón Bolívar en la Gran Colombia y la total liberación de Quito tras la Batalla de Pichincha. Hostilizado por los españoles que se habían hecho fuertes en las montañas, con su ejército desgastado por la prolongada campaña y con su poder minado por las disensiones entre los patriotas, San Martín hubo de sostener una lucha constante.
La ocupación de Guayaquil, ciudad reivindicada por Perú, fue el motivo inmediato de su célebre entrevista con Simón Bolívar (julio de 1822), en la que había de tratarse el futuro del continente y cuyo contenido exacto es aún objeto de múltiples discusiones, pero que sin duda debió de desalentar a San Martín; nada más regresar a Lima, y ante la creciente oposición peruana a su política, convocó el Congreso y presentó la renuncia a su cargo de Protector (20 de septiembre de 1822), dos años antes de que la victoria de Ayacucho pusiera fin definitivamente a la dominación española en Perú y en todo el continente.
El retiro
San Martín había decidido retirarse; consideraba cumplido su deber de liberar a los pueblos y no quiso participar en las luchas intestinas por el poder. En octubre de 1822 llegó a Chile; en verano de 1823 cruzó los Andes y pasó a Mendoza con la idea de establecerse allí, apartado de la vida pública. Pero las muchas críticas adversas que le atribuían aspiraciones de mando y el fallecimiento de su esposa lo determinaron a partir en febrero de 1824 rumbo a Europa, acompañado por su hija Merceditas, que en esa época tenía siete años.
Residió un tiempo en Gran Bretaña y de allí se trasladó a Bruselas (Bélgica), donde vivió modestamente; su menguada renta apenas le alcanzaba para pagar el colegio de Mercedes. Hacia 1827 se deterioró su salud, resentida por el reumatismo, y su situación económica: las rentas apenas le llegaban para su manutención. Durante esos años en Europa arrastró además una incurable nostalgia de su patria.

José de San Martín en una imagen de 1848
Su última tentativa de regreso tuvo lugar en 1829. Dos años antes había ofrecido sus servicios a las autoridades argentinas para la guerra contra el Imperio brasileño; en esta ocasión, embarcó hacia Buenos Aires con la intención de mediar en el devastador conflicto entre federalistas y centralistas. Sin embargo, al llegar encontró su patria en tal grado de descomposición por las luchas fraticidas que desistió de su intento, y, pese a los requerimientos de algunos amigos, no puso pie en la añorada costa argentina.
Regresó a Bélgica y en 1831 pasó a París, donde residió junto al Sena, en la finca de Grand-Bourg. Gracias a la solicitud de su pródigo amigo don Alejandro Aguado, compañero de armas en España, pudo pasar el postrero tramo de su vida sin vergonzosas estrecheces. En 1848 se instaló en su definitiva residencia de Boulogne-sur-Mer (Francia), donde moriría en 1850.

terça-feira, 26 de fevereiro de 2019

Ernesto Cardenal, filho de Cristo e la revolución sandinista

Ernesto Cardenal

BIOGRAFÍA
Ernesto Cardenal Martínez nació en Granada, Nicaragua, el  20 de enero de 1925. Realizó el bachillerato en el Colegio Centroamérica de los Jesuitas en Granada. Se trasladó a México e ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, en esta época publicó sus primeros poemas. Completó sus estudios en la Universidad de Columbia (Nueva York) donde se doctoró.
Entre 1949 y 1950 se dedicó a viajar por Europa.
En esta época se inició en otra de sus pasiones artísticas: la escultura.
En 1952 fundó una pequeña editorial de poesía, El hilo azul. En 1954 participó en un movimiento armado que intentó asaltar el Palacio Presidencial y que fue conocido en Nicaragua como La Rebelión de Abril.
1957 fue un año crucial en su vida en  el que decide hacerse monje trapense e ingresar en el Monasterio de "Our Lady of Gethsemani", en Kentucky, EE.UU. donde Thomas Merton se convirtió en su maestro, consejero espiritual y amigo.
Ingresó más tarde en el Monasterio Benedictino de Cuernavaca, México, donde permaneció dos años. Su labor poética se materializó en esta época, dando cuenta de sus experiencias místicas, en Gethsemani Ky y Vida en el amor. En 1961 continuó sus estudios de Teología en un seminario católico en la Ceja, Colombia. Desde allí publicó las obras Salmos y Oración por Marilyn Monroe.
En 1965 fue ordenado sacerdote en Managua y poco después fundó una comunidad en una isla del archipiélago de Solentiname en la región de Río San Juan. En esa comunidad fomentó el desarrollo de cooperativas y creó una escuela de pintura primitiva que ha sido muy apreciada en Nicaragua y en el extranjero y un movimiento poético y político entre los campesinos basado en una interpretación libre y revolucionaria del Evangelio.
Cardenal colaboró estrechamente con el Frente Sandinista de Liberación Nacional luchando contra el régimen de Somoza. El 19 de julio de 1979, el día de la victoria de la Revolución Nicaragüense, fue nombrado ministro de Cultura del nuevo Gobierno del FSLN. Ocupó este cargo hasta 1987, año en el que se cerró el ministerio por razones económicas.
En 1989 fundó con el actor austriaco Dietmar Schönherr la Casa de los tres mundos, en Granada, Nicaragua, fundación cultural de la que es presidente honorario. Abandonó el FSLN en 1994, en protesta contra la dirección autoritaria de Daniel Ortega para apoyar el Movimiento Renovador Sandinista, junto con Gioconda Belli y Sergio Ramírez.
En 2007 se entrevistó con el Subcomandante Marcos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en México y participó en el festival XII Encuentro Hispanoamericano de Escritores Horas de Juni, organizado por la Universidad de Sonora.
En 2009 obtuvo el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, que recibió el 27 de julio de manos de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. Y en 2012 el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.

BIBLIOGRAFÍA
Poesía:
Hora 0 (1957)
Gethsemani Ky (1960)
Epigramas (1961)
Salmos (1964)
Oración Por Marilyn Monroe y otros poemas (1965)
El estrecho dudoso (1966)
Mayapán (1968)
Homenaje a los indios americanos (1969)
En Cuba (1972)
Canto nacional (1972)
Oráculo sobre Managua (1973)
Canto a un país que nace (1978)
Tocar el cielo (1981)
Vuelos de la Victoria (1984)
Quetzalcúatl (1985)
Los ovnis de oro (1988)
Cántico Cósmico (1989)
El telescopio en la noche oscura (1993)
Versos del pluriverso (2005)
Los amores del mal (2006)
El celular y otros poemas (2012)
Hidrógeno enamorado, antología (2012)
Somos polvo de estrellas, antología (2013)


Ensayo y memorias:
Ansías y lengua de la poesía nueva nicaragüense (1948)
Vida en el amor (meditaciones) (1970)
Fidel Castro: cristianismo y revolución (1974)
El Evangelio en Solentiname (1975)
La santidad de la revolución (1976)
La batalla de Nicaragüa (1980)
La paz mundial y la revolución en Nicaragüa (1981)
Democratización de la cultural (1982)
Los campesinos de Solentiname pintan el Evangelio (1982)
Nostalgia del futuro: pintura y buena noticia en Solentiname (1983)
Nuevo cielo y tierra nueva (1985)
El río de San Juan: estrecho dudoso en el centro de América (1993)
Del monasterio al mundo. Correspondencia (1959-1968) (1998)
Vida Perdida (1999)
Las ínsulas extrañas (2002)
La revolución perdida (2004)
Los años de Granada (2004)
Este mundo y otro (2011)

PREMIOS
Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán (1980)
Premios Ondas Mediterráneas (2005)
Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2009)
Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2012)

Leonardo Boff

Por Leonardo Boff*
El profetismo es un fenómeno no solo bíblico. Consta su existencia en otras religiones como en Egipto, en Mesopotamia, en Mari y en Caná, en todos los tiempos, también en los nuestros. Hay varios tipos de profetas (comunidades proféticas, visionarios, profetas del culto, de la corte, etc.) que no cabe analizar aquí. Son clásicos los profetas del Primer Testamento (antes se decía Antiguo Testamento) que se mostraban sensibles a las cuestiones sociales, como Oseas, Amós, Miqueas, Jeremías e Isaías.
A decir verdad, en todas las fases del cristianismo siempre ha estado presente el espíritu profético, como entre nosotros innegablemente con Dom Hélder Câmara, con el Cardenal Dom Paulo Evaristo Arns, con Dom Pedro Casaldáliga y otros, por hablar sólo de Brasil.
El profeta es un indignado. Su lucha es por el derecho y por la justicia, especialmente en favor de los pobres, los débiles y las viudas, contra los explotadores de los campesinos, contra los que falsifican pesos y medidas, y contra el lujo de los palacios reales. Sienten una llamada dentro de sí, interpretada en el código bíblico como una misión divina. Amós, que era un simple vaquero, Miqueas, un pequeño colono, y Oseas, casado con una prostituta, dejan sus quehaceres y van al patio del templo o delante del palacio real para hacer sus denuncias. Pero no sólo denuncian. Anuncian catástrofes y después anuncian una nueva esperanza, un comienzo nuevo y mejor.
Están atentos a los acontecimientos históricos también a nivel internacional. Por ejemplo, Miqueas increpa a Nínive, capital del imperio asirio: “Ay de la ciudad sanguinaria, en ella todo es mentira. Está llena de robo, y no para de saquear. Lanzaré sobre ti inmundicias” (3,1.6). Jeremías llama a Babilonia “la metrópoli del terror”.
Debemos entender correctamente las previsiones de los profetas. No es que predigan las catástrofes, como si tuviesen acceso a un saber especial. El sentido es este: si la situación actual persiste y no se cambia la explotación, las prácticas contra los indefensos y el abandono de la relación reverente con Javé, entonces va a suceder una desgracia.
Lógicamente desagradan a los poderosos, a los reyes e incluso al pueblo. Se les llama “perturbadores del orden”, “conspiradores contra la corte o el rey”. Por eso los profetas son perseguidos, como Jeremías, que fue torturado y encarcelado; otros fueron asesinados. Pocos profetas murieron de viejos, pero nadie les hizo callar.
Evidentemente hay falsos profetas, aquellos que viven en las cortes y son amigos de los ricos. Anuncian sólo cosas agradables y hasta les pagan para eso. Hay un verdadero conflicto entre los falsos y los verdaderos profetas. Señal de que un profeta es verdadero es el valor de arriesgar la vida por la causa de los humildes de la tierra, que siempre grita por la justicia y por el derecho y que, incansablemente, defiende lo correcto y lo justo.
Los profetas irrumpen en tiempos de crisis para denunciar proyectos ilusorios y anunciar un camino que haga justicia al humillado y que genere una sociedad agradable a Dios porque atiende a los ofendidos y a los que han sido invisibilizados. La justicia y el derecho son las bases de la paz duradera: ése es el mensaje central de los profetas.
En nuestra realidad nacional y mundial vivimos hoy una grave crisis. Agrupaciones de científicos y analistas del estado de la Tierra nos advierten que si sigue la lógica de la acumulación ilimitada estamos preparando una grave catástrofe ecológico-social. No vamos hacia el calentamiento global. Estamos ya dentro de él y las señales son innegables.
Estas voces, de las más autorizadas, no son oídas por los “decision makers” ni por los hombres de dinero. En nuestro país, sumergido en una crisis sin precedentes, gobernado caóticamente por personas incompetentes y hasta ridículas, nos faltan profetas que denuncien y apunten caminos viables para salir de este atolladero.
En línea profética están las palabras de Márcio Pochmann: “Si se mantiene el camino abierto por el neoliberalismo de Temer y ahora profundizado por el ultraliberalismo que domina el confuso gobierno Bolsonaro, la evolución de Brasil tenderá a ser la de Grecia, con cierre de empresas y quiebra de la administración pública. Lo peor se aproxima rápidamente”. Otros van más allá: “si se imponen las reformas político-sociales, conformes a la lógica del mercado, meramente competitivo y nada cooperativo, Brasil podrá transformarse en una nación de parias”. Necesitamos profetas, religiosos, civiles, hombres y mujeres, o por lo menos que tengan actitudes proféticas, para denunciar que el camino ya decidido será catastrófico.
Valgan las palabras de Isaías: “El pueblo que vive en la oscuridad verá una gran luz. A los que habitan en regiones áridas, una luz resplandecerá sobre ellos” (9,1-2).

* Genésio Darci Boff, más conocido como Leonardo Boff, es un teólogo, ex-sacerdote franciscano, filósofo, escritor, profesor y ecologista brasileño. Su hermano, Clodovis Boff, es un teólogo católico de la orden de los Siervos de María, cercano a la Teología de la Liberación.

quarta-feira, 13 de fevereiro de 2019

Poema de el Bebe Sendic

"Contando los días
como siglos tardos
añoro el momento
de la muerte cruenta
No es la misma muerte
Que pasó de largo?
No, amor, ésta es otra
Más cruel y más lenta"
Poema de Raul Sendic.

domingo, 6 de janeiro de 2019

El querido compañero Bebe Sendic, presente ahora y siempre!


En 1925 nació Raúl Sendic Antonaccio en Flores, Uruguay. De joven inició su militancia en el Partido Socialista donde estuvo ligado a los sectores más radicalizados. Recibido de abogado se mudó al norte del país donde defendió y ayudo a organizar a los trabajadores rurales. Luego de la Revolución Cubana (1959) e inspirado en esa experiencia fundó junto a otros compañeros el Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros (MLN-T).
Durante años el MLN-T combatió la represión en Uruguay impulsada por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos tal como se comprobó años después y fue graficado en la película de Costa Gavras, Estado de Sitio. Además fue una organización que logró movilizar a gran parte de la población uruguaya en pos de un proyecto socialista y de liberación nacional.
En el medio de la lucha, el MLN-T, protagonizó la fuga más grande de presos políticos de la historia al escapar 110 detenidos del penal de Punta Carretas (hoy convertido en shopping). Un hecho no muy conocido de esa fuga es que los presos cavaron un túnel para salir y en el medio de la obra se encontraron con un viejo túnel que 40 años atrás, en 1930, habían construido militantes anarquistas para escapar del mismo penal.
Finalmente en 1972, luego de varias traiciones internas que los delataron, cayó la dirigencia completa del MLN-T, entre ellos Sendic. Durante 12 años estuvieron detenidos en celdas ínfimas, incomunicados y prácticamente sin posibilidad de salir de esos pequeños cubículos.
Con la vuelta a la democracia, fue indultado en 1985 junto a sus compañeros y continuó su militancia política buscando la legalidad del MLN-T que se incorporó por esos años el Frente Amplio. Sin embargo, en 1989 la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth que lo había hecho viajar a París para tratarse, acabó con su vida.
Traigo en mi, una grande admiración por el Bebe Sendic , compañero brillante y militante del pueblo...siento con él, una grande empatía.....es una estrella que nos acompaña y guía ....
lucidor

sábado, 29 de dezembro de 2018

una pintura.....El cuarto estado, de Giussepe Volpedo......



Una pintura inspiradora, de un povo en marcha, lutando por su liberación de el yugo de los nuevos colonizadores.......
lucidor